Odiando los limosneros

Salgo temprano de la casa, dirigiéndome como cada mañana a laborar, porque además de escribir estupideces, también trabajo. Pues ahí voy a ganarme el chivo, cuando en la caseta de vigilancia del fraccionamiento, el “poli” saca una latita tecnológicamente acondicionada como alcancía, y me dice : “buenos dias jefe, ¿no coopera pa’l cumpleaños de Efraín?”

¿Quién es Efraín?- contesto

“El nuevo poli, entro ayer”

¿Y cuando cumple años?

“Hoy mi jefe”

Un tanto sorprendido de tener que darle regalo a alguien que no conozco, le doy un billete de $20 pesos y sigo mi camino. No bien he llegado a Av.Aguascalientes y Zaragoza, cuando un endeble viejecito, bastón en mano, parche en el ojo y caminar desgastado, estira su mano, y balbucea casi sin abrir la boca “nmsmsmsmsms voluntá” ….. sale pues, ¿Quién no se conmueve ante tan dantesca escena? , tomas una moneda de la consola del coche y sigues tu camino.

En el siguiente alto, dos payasitos arriesgan sus respectivos cráneos haciendo malabares con sendas rocas ( las “pelotitas” ya no están “in”, lo de hoy son las piedras o los limones…pa que te den más lástima) y con un cálculo casi exacto entre lo que cambia el semáforo, recorren en chinga los costados de los autos recolectando monedas. Yo, por no dejar, les doy una moneda de $2 pesos con evidente gesto molesto.

Continúo manejando dos cuadras…nada mas dos cuadras, y apenas me paro ante el rojo carmesí del semáforo, cuando de pronto veo volar una hermosa estela blanquiazul, una fresca brisa de espuma matutina…..saliendo de una botella de coca cola llena de jabón, misma que se estrella contra mi parabrisas y acto seguido, tengo a un chavito reggaetonero trepado en mi cofre, ya ni chance de hacerle la señal de “ni madres” con la mano….le avientas 5 pesos en lo que arrancas rápidamente ante los claxonazos de los coches de atrás pa que te muevas.

Me paro en un pequeño centro comercial y me dirijo a un Oxxo a comprar cigarros, cuando de repente me salta un pequeño duende de unos 15 años, tatuado, con pantalones que dejan ver sus sensuales boxers de calaveritas, gorra de lado y una elegante trenza que le llega a mitad de espalda, acompañado de otro mozalbetillo de unos 10 años, gritando a viva voz:

“¿le cuido el coche patrón?”

“Pos solo que sea de ti mismo carnal” – le contesto en tono francamente mamón-

El “tipito” no se da por aludido y lo toma como un “si”. Cinco minutos después salgo del Oxxo y me dice sentado desde la banqueta, “todo bien jefe”, le aviento los dos pesos que me dieron de cambio, me trepo al coche y enfilo a mi oficina.

Soy el primero en llegar, y apenas estoy abriendo la puerta, cuando un señor, de unos 40 años, con aspecto sombrío, me ofrece comprar un panqué “hecho en casa” para ayudarlo a mantenerse. Al verle las manos, mugrosas, uñas largas y el panqué siendo ofrecido en semejante “charola humana”, solo atino a decirle “no, gracias”. Acto seguido, el señor monta en cólera y me sermonea “Usted es mala persona, no quiere ayudarme, ¿que le cuesta?, es solo un panque a 15 pesos, es mala persona, muy mala persona”….Uta…..le dices que traes 10 y que se puede llevar su panque, y muy digno te contesta “no, quédese con el pan, no le estoy pidiendo limosna, le estoy vendiendo un panqué”.

Ya a medio día, salgo a comer con una preciosa amiga a la cual le quiero quitar ese apodo, la llevo a un restaurante al aire libre, y ni bien hemos ordenado la comida, cuando entran un par de niños con los mocos recién horneados en la nariz, estirando la mano y solicitando amablemente “¿me regala pa un taco?”……”Oh que la chingada” pienso para mis adentros. Estoy a punto de salir a reventarle la cabeza a la mamá de los niños que espera afuera pacientemente, cuando noto que mi hermosa pareja los ve tiernamente con sus hermosos ojos color avellana y a punto de romper en llanto de lo conmovida que se siente por los nenes. “Yo les doy mis amores” dice con voz maternal. Y ni modo de quedarme atrás, ella les da 10 pesos, pues yo le doy 20 a cada uno. “Eres un lindo” me comenta con una hermosa sonrisa que me hace agradecer estar vivo, mientras yo no los pierdo de vista para por lo menos pintarles “cremitas” desde lejos.

Alzo la mano para que venga el mesero a tomar la orden, pero se le adelanta una simpática señora con sendas flores envueltas en papel celofán, y sin agua va, le receta un poema a mi “damita” al tiempo que le pone las flores en sus brazos. Ella sonríe divertida, mientras la simpática señora cierra el negocio con un servidor indicando amenazadoramente “Son setenta pesos”.

“Óigame, yo no le pedí nada”

“Joven, ¿que va a decir la dama?, ¿acaso no vale un poema y un ramo de flores?”

“Vale mas que eso pero……”

…..Mi “amiguita” no me deja terminar la frase y añade en tono comprensivo: “no, no te preocupes”, y le extiende las flores a la pinche madame zazú, con una sonrisa de complicidad y una mirada que claramente expresa “Disculpe señora, salí con un mendigo “marro” que no tiene $70 pesos en la bolsa”.

¡NI MADRES!....no permito semejante humillación y le doy $100 devaluados varos a la hábil Celestina, mientras le digo: “quédese con el cambio, con la sonrisa de mi amiga hasta le quedo a deber” ……aaaaayyyyy gueeeeey……. ¡que verbo!..... ¡Y que pendejo soy!....la vieja ladina, me revira de inmediato “pues no se quede con las ganas” y le suelta tres poemas mas de a diez varos each a mi linda amiga, que en este momento, ya empiezo a notarle las patas de gallo, le miro la lonjilla y no dejo de tener en cuenta que ya tiene las “nachas” medio aplaudidas.

Se va la móndriga vieja, y por fin se acerca un mesero a tomar la orden. Mientras ella toma su “margarita perfecta” y yo una chela bien helodia, veo a una auténtica niña indígena, parada a mi lado, esperando educadamente a que termine de empinar el codo, una vez hecho esto, me estira la mano y me enseña unas verdaderas artesanías, hechas servilletas bordadas por ella, “hijole mija”, le digo, “están chidas, pero no, gracias”. En ese momento, la pinche garrapata, con mal aliento, lagartona y pelos de elote que llevo de pareja, le dice “ayyyy, que boniiiitos” y la amable niña vendedora, de inmediato le deja ir como cinco pa que escoja “aaaaaaay miiiira, los patiiiitos, ¡mi viiiiiida!” yo ya con la cerveza hecha bilis en el cogote, solo pregunto con voz apagada “¿Cuánto?” …..después de darle 50 pesos (porque eran a $40, pero “casualmente” no traía cambio la pinche escuincla) nos dedicamos a comer frugalmente, bueno…ella, porque en lo que a mi respecta, esperaba cautelosamente cuchillo en mano a ver quien era el próximo hijo de la crisis que se me acercaba.

Salimos del restaurante, nos trepamos al auto, y apenas volteé para echarme hacia atrás, cuando el clásico silbidito, acompañado del “viene…viene” y una estratégica franela roja dando vueltas sobre la cabeza de un señor, que me indica como salir de mi cajón de estacionamiento, el cual se encuentra en un lote en el que hay estacionados aproximadamente y si no me falla el cálculo….3 pinches carros nomás.

Termino de salir y se me acerca presuroso “ahí lo que guste patrón”, ya ni volteo a ver a la bruja grasosa que llevo al lado, le doy resignadamente 5 pesos y me incorporo al tráfico de cada día.

Llego a su casa y antes de bajarse del auto, me dice con cara de admiración:

“eres un buen hombre”

“si…..si……asi soy yo….bien dadivoso….” respondo con aire impaciente

“¿vas a hacer algo hoy en la noche?” me pregunta subiendo su ceja de azotador

“si, fíjate que doy clases gratis en una escuela nocturna y pues primero es lo primero”

Lástima, responde ella, ¿te marco al ratito?

No, no te preocupes, estamos en contacto ¿zas? te mando un mail, ¿eh?....bye....... Le digo mientras le subo al vidrio del copiloto y arranco mi auto en sigilo, para después fugarme echo la madre mientras veo que efectivamente, el coche llega de cero a 100 en 7 segundos, deshaciéndome por fin de esa benefactora con recursos ajenos.

Por la prisa de irte, olvidas que las chelas helodias como que quieren salir y empiezas a buscar desesperado un baño. Pasas por una fuente, ves como salen y salen los chorros de agua una y otra vez...... y como que la urgencia se te hace insoportable, pero no, no ves donde puedas saciar tus ansias…y justo llegas a un cruce con semáforo en rojo, mientras un par de lágrimas ya asoman en tus ojos. De pronto...se te acerca un “ñor” con una bolsa que le cuelga de la cintura llena de meados y una receta del ISSTE en la mano. O sea…..NO MAMES!....o sea…..YAAAAAA!!!

“Una ayudadita” te dice agitando la bolsa con su agüita amarilla y la receta.

La paciencia se agotó…..

Me bajo del carro y le digo “¿quieres ayuda para eso? Señalándole su bolsita.

“Si señor” me dice mientras estira la otra mano ya en espera de su limosna.

“Con gusto te ayudo, faltaba más”

Acto seguido, le empiezo a mear el pantalón tratando de atinarle a su bolsita, pero el desdichado se empieza a alejar, y pos así está difícil atinarle.

“¡Quédate quieto cabrón!”, le grito mientras le veo alejarse “¿No ves que te quiero ayudar a llenar tu bolsita?”

Me meto al carro con aire triunfal. Ya estuvo bueno que yo esté pagando el desempleo, la crisis, y que tanta gente se quiera aprovechar de eso. ¿enfermo? My ass.

Conforme me voy acercando a mi casa, encabronado por lo que gasté en limosnas, y emputadisimo después de sacar cuentas de lo que deben levantarse en un día estos maestros del fraude, no puedo evitar ser victima del último semáforo….y de un nuevo encuentro cercano con esta gente. Una señora madre, regordeta, tetas a la cintura, con un niño en cada mano, otro sentado en el semáforo comiendo chamoy y uno más colgado en la espalda envuelto en un rebozo, me estira la mano pidiendo ayuda.

“Como no seño, como no” le sonrío mientras abro la cartera y le doy un Sico ultra sensitive. “¡Déselo a su semental y dejen de tener hijos a lo pendejo!”…..le digo mientras ve azorada el globito y yo me arranco tranquilamente hacia mi hogar.

Una vez aquí, en esta, su casa, no puedo dejar de pensar que es imposible evitar, lidiar, ignorar o aprender a vivir con esta situación. Por lo tanto….se me ocurren las siguientes ideas:

Pa empezar, hay que dejar de verles como limosneros, como gente que nosotros mantenemos a falta de empleo, de oportunidades o simplemente porque es buen negocio para ellos. Saquémosle utilidad a estas lindas personas.¿como? muy fácil:

Al poli, conserje, chacha, etc que cumple años : felicítalo.

Al guey que te limpia el parabrisas, déjalo que lo haga, carajo, ¿Por qué negarte a que te hagan un favor? Que te lo limpien chido y una vez que ha terminado, baja el vidrio y dile sinceramente ¡gracias!....no hay que ser….agradezcamos este desinteresado gesto que tu NO PEDISTE y deja que sean felices haciéndote el favor de limpiarte el parabrisas. Misma táctica aplica con los “viene viene”…que te ayuden a salir del estacionamiento….son felices desinteresadamente brindando asesoría de tráfico….déjalos ser…ayúdalos…que practiquen….hoy el estacionamiento de wal mart, mañana la NASA….

Al chamaco que te “cuida” el carro, igualmente, cuando salgas y te diga “todo bien patrón” le dices, “¡hombre, mi coche está intacto, gracias compa!”. Que gente tan a toda madre, no tienen nada que hacer y salen a hacer servicios de vigilancia desinteresadamente……pero claro, si el coche tiene un rasguño, te lo madreas.

A la señora que te cobra 70 pesos por un poema, págale cantándole una canción. Y le dices que te debe $30 porque un mariachi cobra a 100 varos la rola. Si no es suficiente, amenaza con co....bueno, con hacerle el acto sexual y le dices que cobras $1000 el “palo rico palo es”…..digo….si de negociantes se trata…..

Siempre lleva contigo algo que puedas intercambiar….el pedazo de pan que no te cupo en el desayuno, unos chicles….algo….así, si se te acercan a venderte un panqué….les dices que no, y si te dicen que eres mala persona, sacas tus chicles y le pides que te los compre…si te dice que no, le comentas amigablemente que ¡EL SI ES UNA MIERDA DE PERSONA POR NO COMPRARTE TUS CHICLES!

Si logras vencer la repulsión…al enfermo de la bolsa de meados arrebátale la receta, checa la fecha, las medicinas y pídele una identificación para ver que sea él. Una bolsa de meados todos la llenamos cualquier mañana, y doble si es sábado de cruda, si todo concuerda, pues ya es decisión tuya darle algo o no. Pero has cuentas…cuanto cuestan tres medicinas…y cuanto pueden recibir en un día de limosnas….si lo ves durante un mes completo, el cabroncito ya sacó pa comprarse una vejiga nueva.

A los niños que te piden “pa un taco” DALES UN TACO. Generalmente esto lo piden en los restaurantes, merenderos, bares y lugares así. Un niño promedio le entran a lo mucho 6 o 7 tacos “copeteados”. Si cada mesa les da un taco….va a llegar el momento en que o cambian de táctica, o vómitan en la falda de su pinche madre que generalmente los está esperando afuera.

A los malabaristas, payasitos, luchadores y artistas anexos….APLAUDELES…¿acaso no es el aplauso el alimento del artista?...TODOS odiamos los semáforos en rojo, un chingado aplauso bien vale el que te hagan ameno ese momento….imagínate que chido deberán sentir si una vez terminada su rutina, 35 conductores irrumpen en aplausos y claxonazos en señal de aprobación. Demuestra tu admiración….pero no pagues por ella.

Los tragafuegos.....chingao....¡que discriminación!....uno que paga impuestos ya no puede fumar en ningún méndigo lugar por culpa de los que sanamente van a ponerse hasta la madre con "chiringito" ¡ah! pero no fuman.....y mientras los tragafuegos contaminando en cualquier esquina, no no no.....ni madres...no les des un peso, dales agua.

Y si eres de los que están de ese lado de la moneda: abre un periodico y vé las ofertas de trabajo. Contra lo que se dice, empleos si hay. Lo que pasa es que es más remunerado ser comerciante informal, limosnero, limpiaparabrisas, malabarista, etc etc que ganar un salario mínimo. De la base de los salarios, somos responsables nosotros al poner en el poder a la gente que establece estas cuestiones. Y de que le vaya mejor a un limosnero que a un asalariado, también somos culpables nosotros, al dar dos o tres pesos aquí o allá entre todos…..hacemos que siga proliferando y prosperando esta gente…que en muchos casos….oigalo bien….ellos nos podrían dar limosna a nosotros con la mano en la cintura.